INTRODUCCIÓN:
La información se ha convertido en la herramienta principal para la toma de decisiones en los
diferentes niveles organizacionales, pues es el motor que confiere dinamismo y apoyo a las
estrategias corporativas. Toda organización, sin distingos, debe poseer sistemas eficientes y
efectivos que se ajusten a las necesidades de los diferentes usuarios, evolucionando
permanentemente ante los cambios de su entorno.
Es indudable que las tendencias actuales como la globalización, competitividad, tecnología
cambiante y énfasis marcado en la atención al cliente, entre otros, señalan que la contabilidad
tradicional no provee toda la información requerida por la alta gerencia, pues está orientada
principalmente en la producción de estados financieros. La tecnología ha evolucionado
velozmente solucionando eficientemente los problemas de registro contable que existían en el
pasado, luego cabe preguntarse ¿Será que la tecnología desplazó el quehacer del contador?
Definitivamente No. Por el contrario, ahora tenemos más espacio para crear valor agregado a la
información, y así contribuir con los objetivos institucionales de los Banco Centrales.
La misión principal del proceso contable - a cargo de las áreas contables - es la de suministrar
información cuantitativa que responda a las necesidades de los distintos usuarios y los asista
en el proceso de toma de decisiones, esto es con oportunidad, calidad, y cumplimiento de las expectativas de cada persona usuaria, en su respectivo cargo, y en beneficio de la Institución.
Es claro entonces, que la información cuantitativa no se limita solamente a los datos financieros
o de valores monetarios, sino que debe complementarse con información no financiera y
estructurada desde diferentes perspectivas. Por esto la adopción de nuevos desarrollos la está
liderando personas a quienes la industria de la información suele menospreciar.